Dos Lunas: el dibujante y el bombero.
Escrito por entrevistas en General - 13 Mar, 2010
Entrevista a Mariano Luna Por Julia Capoduro
Es dibujante, animador y actualmente se desempeña como docente en la Escuela Municipal de Animación de Río Tercero. Estudió en la Escuela de Bellas Artes de Lanús y entre sus mentores se encuentra Ignacio Noé, de revista Fierro. Apasionado por lo que hace, aquí indagamos un poco en ello: es dibujante y bombero.
Luna cuenta que comenzó a dibujar desde muy chico: “a los seis años gané un concurso de Billiken y a partir de ahí me puse a dibujar sin parar”, recuerda. Pero, ¿qué fue lo que lo incitó para agarrar lápiz y papel? “Mis estímulos siempre fueron las películas de Walt Disney, los cómics de edición mexicana y sobre todo el cine”, comenta el artista. “Dibujaba mucho lo que veía en las películas, sobre todo las de terror, las clásicas, de Universal de la década del 40 o el 50, por eso es tal vez que me dedico a la animación clásica y mi línea de dibujo está inspirada en modelos estéticos de esa época” explica Luna.
Sus dibujos son contundentes; por decirlo de algún modo, las imágenes “golpean”. Luna explica que el arte es una forma de hacer catarsis: “Si te fijas en Facebook, en mi álbum "Tinta Roja", ves que a pesar de estar inspirados en tangos responden a una situación puntual y muy personal” confiesa el dibujante, y agrega: “Por otro lado, en el mundo de hoy los artistas no podemos estar al margen, tenemos que estar comprometidos y decir, aprovechando los nuevos medios de difusión, lo que hay que decir. Yo creo que hoy más que nunca el arte está para crear conciencia, disparar ideas y formar opinión”, afirma Luna.
¿O sea que para vos es fundamental que las obras tengan contenido crítico y llamen a la reflexión?
Exacto, pero no ser críticos porque sí. Es muy fácil, sobre todo en Argentina, subirnos al tren que pasa y hacer humor "Tinellista", pero hay cosas que son comunes a todos, que nos duelen y que urge solucionar. Si no podemos volcarnos a eso para tratar de crear conciencia, por lo menos a través de ciertos trabajos lo desdramatizamos y allanamos el camino. A veces una sonrisa sobre un tema espinoso, aclara las mentes, y permite ver las cosas desde otra perspectiva.
El curriculm de Mariano Luna es extenso. Ha trabajado para varias compañías de animación del mundo, incluyendo Cossgrove Hall, Hanna Barbera, Disney, Fox, Warner, etc. En una época, al igual que ahora, el dólar hacía que el trabajo bien pago para esta parte del mundo fuera barato para las grandes productoras, entonces tercerizaban con estudios de Latinoamérica. “Entonces tuve la suerte de trabajar con un alto nivel de exigencia, tanto en Argentina como en Chile, con gente muy idónea que me enseñó mucho; fue una experiencia maravillosa”, recuerda Luna.
¿Y cuál era el trabajo que realizabas?
En general las compañías extranjeras mandan toda la parte de diseño y guión ya armada. Nosotros trabajábamos sólo en lo que es animación. En lo que respecta a la creación de personajes lo hecho para cortos comerciales.
Debe ser un trabajo súper demandante, en cuanto a horas de trabajo, ¿no?
Sí, eso es cierto. Pero ahora con la compu como herramienta se ha facilitado mucho, aunque el trabajo de animación sigue siendo bastante arduo. De hecho, siempre le digo a mis alumnos que si no están dispuestos a trabajar muy duro no se dediquen a animar. Sin embargo el proceso de creación de una secuencia animada es muy divertido porque la animación no tiene prácticamente limitaciones: podés jugar con lo que quieras y sólo necesitás papel, lápiz y una computadora apropiada
¿Actualmente das clases en Río Tercero?
Sí, estoy a cargo de la Escuela Municipal de Animación en donde dictamos cursos y además hemos creado una cooperativa de trabajo y ya hay varios alumnos que han comenzado a ganar un mango con la animación. En este momento estamos realizando videojuegos y un corto animado sobre el bicentenario.
Wow, videojuegos!
Sí, los hacemos para empresas extranjeras, de España y Perú. Son juegos online en flash, generalmente con personajes famosos y de aventuras, muy divertidos. Está bueno y es bastante rentable.
Naciste en Lomas de Zamora, ¿cómo terminaste viviendo en Río Tercero?
Mi padre es de aquí, este lugar es como una segunda casa. Todos los veranos los pasábamos en casa de los abuelos así que hay gente que me conoce prácticamente desde que nací. Me quedé aquí después de una tragedia personal, y aprovechando internet y los contactos que ya tenía de tanto trabajar en el rubro fundé “Dos Lunas Toons”.
¿Cómo está el panorama artístico allá?
Está como en casi todo el país: mucha gente con talento y ganas pero que no cuenta con toda la difusión y el apoyo que debería. Somos un país en el que todavía ser artista tiene un estigma. Siempre se piensa en "Si sobra espacio o si sobra plata". Lamentablemente los que vivimos en el interior vemos mucho más acentuado ese tema. Todo sigue centralizado en Buenos Aires. Pero hay que hacer las cosas porque uno quiere hacerlas, no podés pasarte la vida buscando la fama, sobre todo en una sociedad donde cualquier infeliz con plata o que mete unos goles es ascendido a la categoría de divinidad intocable, mientras otra gente con menos exposición mediática pero con más valor es prácticamente desconocida y se ve limitada al momento de llevar adelante causas más elevadas e importantes.
O sea, que consideras que hay que hacerlo porque uno siente que tiene algo para compartir, sin esperar reconocimiento…
Exacto. Lo importante es que cuando llevás tantos años en el tema terminás por no darle pelota a esas cosas, empezás a entender cómo funciona todo y a disfrutar más de lo que hacés, porque lo hacés con convicción. Sino sos un gil torturado de esos que se hacen los raros y hacen cualquier porquería que llaman arte para provocar.
Es como el fenómeno de los realities. La gente expone su intimidad para que la vean. Yo creo que eso habla de una sociedad en donde nos sentimos cada vez más solos. Por eso dibujo lo que dibujo, porque creo firmemente en que no debemos desconectarnos de lo sensitivo, lo que nos da placer, lo que nos duele. La realidad a veces es tan dura que nos obliga a autobloquearnos y terminamos siendo seres insensibles. El vínculo afectivo es fundamental en cualquier hecho artístico y los hechos artísticos son o deben ser un reflejo de la vida.
Tenés un segundo oficio, sos bombero. ¿Cómo es eso?
Ah, lo de bombero… es mi segundo amor. Es algo que hago con el corazón y con mucho orgullo a pesar de que implica un gran sacrificio. Me hace crecer como persona y formar parte de la sociedad activamente. Es muy gratificante para mí y es una forma de devolverle a la vida lo que la vida nos dio. Esa es mi filosofía.
¿En qué estás trabajando ahora y cuáles son tus proyectos?
Actualmente estamos trabajando en una página web para Dos Lunas Toons, mejor que la que teníamos, actualizada y con los nuevos rubros agregados. Esperamos esté online a mitad de año.
Por otro lado, planeo seguir haciendo crecer Dos Lunas y poder seguir trabajando en lo que hago: dibujar y formar nuevos dibujantes.
